Se describe a sí mismo/a haciendo referencia a algún aspecto físico, a su forma de ser y/o actuar, e identifica una fortaleza o un rasgo positivo de sí mismo/a.
Para que un niño/a desarrolle su propio autoconcepto y conocimiento de sí mismo es necesario que identifique no solo sus características personales, tanto físicas como psicológicas, sino también sus fortalezas y áreas de mejora. Estas son algunas estrategias: dialogar de manera informal sobre las cosas que el niño/a sabe hacer. Elogiar y halagar cada vez que realice un logro fomentando así su confianza. Ayudarle a sentirse orgulloso de sus éxitos por pequeños que estos sean. Fomentar que exprese sus sentimientos libremente.
Identifica emociones y muestra empatía hacia las personas a pesar de no estar presente en la situación/conflicto.
Una gestión emocional bien desarrollada implica el reconocimiento de las emociones, la adquisición de la empatía y una buena autogestión durante la resolución de conflictos. Estas son algunas estrategias: fomentar la expresión artística como una manera de comunicar emociones. Crear collages, pinturas o esculturas con cualquier tipo de material que representen las emociones de las personas implicadas en el tránsito. Compartir experiencias o circunstancias personales y describir con claridad las emociones y sentimientos que se han vivido. Expresar gratitud y aprecio. Dialogar de forma respetuosa desde diferentes puntos de vista. Practicar la escucha activa, atendiendo a lo que dicen otros y mostrando interés por sus problemas. Involucrarse en la ayuda a los demás tras observar las necesidades.